La Kabbalah maasit, o Kabbalah Práctica,
atiende a una serie de técnicas muy elevadas, en donde el practicante entra en
contacto con fuerzas espirituales muy poderosas. No se trata meramente de
rituales mágicos, como lo han llamado quienes desconocen la gran santidad de la
Kabbalah.
Respecto a lo que hoy en día se conoce como magia es en
realidad un conjunto de procedimientos diluidos y mezclados con costumbres
idólatras; o una serie de métodos basados en el desconocimiento de lo que es la
unión con D’ios (lo que en hebreo es llamado Devekut). De ahí que se deba tener mucho cuidado respecto a las disciplinas mágicas o métodos que se hacen pasar por Kabbalah Práctica.
La finalidad de la Kabbalah maasit es poner en
práctica la unión (la Devekut) con el Creador del Universo. Para ello,
el practicante debe tener un elevadísimo nivel de conocimientos en la Kabbalah
escrita o teórica. Y a partir de esa unión entre el Entendimiento y la
Sabiduría puesta en práctica, es que logra alcanzar el Conocimiento (o sea,
alcanza un nivel de consciencia superior) donde tiene un acercamiento a las
Esferas Celestiales y a los seres desencarnados (Inteligencias) que allí tienen su
manifestación.
Algo que todos los kabalístas prácticos conocen es que
no se fuerza a ninguna potencia (o inteligencia) espiritual desencarnada.
Absolutamente a nadie le gusta que le obliguen a hacer algo que no desea. Por
lo tanto, si alguien pretende realizar rituales que encuentra por ahí en Internet
con la etiqueta de “magia blanca” o “magia rosa” o de ese estilo, probablemente
terminará haciendo algo diluido y extremadamente peligroso, que en el 100% de
los casos lo que resultará es que obtendrá resultados contrarios y adversos a
lo que desea.
Para desarrollar la Kabbalah Práctica es necesario que
el individuo se invista en un marco de santidad y pureza. La persona purifica
su cuerpo, y el Creador le santifica el alma.
¿Qué es purificar el cuerpo?
Debemos saber que el cuerpo humano tiene una equivalencia con
el hombre macrocósmico (llamado Adám), con las estrellas y los planetas. De
hecho, si pones atención a los orificios que tienes en tu cabeza, verás que son
7, y por lo tanto tienen equivalencia con los Siete Planetas. Un cuerpo en
pureza es aquel que no deja que entre ni salga a través de esos orificios
energías disonantes. Por ejemplo, no mirar pornografía, no escuchar chismes, no
blasfemar ni hablar mal de los demás con el objetivo de dañarlos. Nota en esto
cómo las Fuerzas negativas hacen que una persona se impurifique, y cuando la
persona se impurifica eso le pone una traba para ascender a santificar el alma.
¿Qué es santificar el alma?
Una vez que tu cuerpo puede mantenerse en pureza, y empiezas
a estudiar la Kabbalah y a hacer un Shabat como enseña la Kabbalah
(no con motivos meramente religiosos, pues eso queda aparte) entonces el
Creador verá que estás buscando elevarte espiritualmente, y por lo tanto te
enviará un nivel de alma superior que te ayude en tus caminos. Esa alma
adicional es conocida en Kabbalah como un Ibur, y llega en vida
de la persona para que el alma de la persona sea santificada.
La santidad del alma y la pureza del cuerpo son el primer
paso para desarrollar la Kabbalah Práctica. Y luego viene un intenso
estudio de la Kabbalah en general, enfocados siempre en que el estudio
que se realiza es en honor del Creador.
Entre los métodos utilizados en la Kabbalah Práctica
tenemos:
·
Kemiot
(amuletos).
·
Palabras
de Poder (Teúrgia, mantras).
·
Cuadrados
kabalísticos (llamados popularmente cuadrados mágicos).
·
Símbolos
planetarios.
Entre otros.
Pero para desarrollar estos es muy necesario que antes el
aspirante pueda desenvolverse en otros métodos como la Gematría (valor
numérico), el Tzeruf (anagrama), el Notarikón (acróstico), y por
supuesto la meditación con letras hebreas.
La Gematría y el Tzeruf te enseñan el
significado profundo de una palabra, es decir, te muestran la energía que da
forma a ese concepto para el cual la palabra es un recipiente. Y con el Tzeruf
específicamente podemos ver cómo ese recipiente cambia de “forma”, y por lo
tanto la energía que contendrá sufrirá una variación, aunque es la misma
energía primigenia, pero varía según el recipiente donde se ponga (es como el
agua, su forma varía según el recipiente donde esté).
En cuanto al Notarikón, es todavía más amplio, ya que
te muestra la energía de una frase condensada en un acróstico. Un ejemplo es la palabra de poder ARARITA, esto es un acróstico de las palabras:
(A) Ejad
(R) Reshit
(A) Ejad
(R) Rosh
(Y) Yejidá
(T) Temurá
(A) Ejad
Y significa: «Una es su creación, Uno es su comienzo, la unión de su permutación es Una».
Esta palabra tiene el poder de que una petición no sea rechazada, y se eleva a las dimensiones más altas. Algo respecto a ese Notarikón es que su valor numérico es 813, mismo valor que suma la frase de Génesis 1:3 donde dice:
"Vayomer Elohim: yehí Or, vayehí Or".
"Y D'ios dice: sea la luz, y fue la luz".
Uno de los más grandes tesoros de la Kabbalah Práctica
es el libro Shoshan Yesod Olam (La Rosa, base del Universo), obra
escrita en el año 1550 de la era común, por el Rabino Yosef Tirshom.
El título es más que sugerente ya que la palabra Olam
no solamente puede leerse como “universo”, sino que también se puede leer como Elem,
que significa “oculto”.
Esta imagen es un extracto de una página de dicho manuscrito, y podemos ver cuatro palabras muy poderosas, utilizadas como un mantra para conectar con dimensiones superiores. Vemos esas palabras con una línea horizontal sobre ellas y son: Anaktam, Pastam, Paspasyam, Dionsim.
Respecto a este este manuscrito escribe Aryeh Kaplan, de bendita memoria:
Este libro contiene más de dos mil fórmulas de Kabbalah Práctica. Contiene varias observaciones del redactor y parece que el texto fue compilado de muchos manuscritos antiguos, los cuales él tuvo en sus manos.Una práctica interesante frecuentemente encontrada en este género de literatura envuelve sueños inducidos. Esto normalmente es llamado “Solicitud de Sueño”, donde la persona propone una pregunta e intenta inducir la respuesta para que aparezca en un sueño. Esa práctica es muy antigua y es aludida incluso en el Talmud […]. En cuanto a los métodos para inducir sueños son con frecuencia puramente mágicos, hay algunos que tienen implicaciones meditativas importantes. Esto es particularmente significante a causa de la relación general entre profecía, esclarecimiento/iluminación y sueños.
Aryeh Kaplan - Meditación y Cábala
En general, la Kabbalah Práctica
no puede ser desarrollada por cualquier persona. Para empezar, debe ser alguien
que tenga altos conocimientos de Torá, pues toda esta sabiduría sale de allí.
El estudio de la Torá te enseña el verdadero significado de la frase “Temor del
Señor”, como bien nos dice el Rey David en sus Salmos: “El principio de la
Sabiduría es el temor del Señor” (Salmos 111:10). Esta frase se lee: “Reshit Jokmá
yirat YHVH” y podemos aplicarle los sistemas mencionados más arriba (Gematría,
Tzeruf), y esto va entrenando tu mente para empezar a pensar en las
Esferas Superiores, es decir, pones tu enfoque en dimensiones espirituales y
así desarrollas una comunicación con dichas esferas, ya que la distancia (en sentido espiritual) no se mide en metros, se mide en afinidad. Todo reside en la afinidad que puedas alcanzar.
Para alcanzar la maestría evidentemente el estudio espiritual ha de ponerse en práctica de manera constante. La
constancia es lo que te abrirá las puertas.
Para finalizar este artículo, y a
modo de ejemplo, veamos cómo se puede analizar esa frase de los Salmos, y qué
uso podemos darle.
La palabra Reshit significa
“comienzo” y precisamente hace referencia a la Sefirá del Árbol de la
Vida llamada Jokmá, la Sabiduría, que es justamente la palabra a
continuación en el versículo de dicho Salmo. A Reshit le podemos aplicar
el Tzeruf y convertirla en “Rait Shin” (ver la letra Shin),
que significa ver el Mundo Espiritual más alto (Atzilut) representado
por la letra Shin. También puede leerse “Yeter esh” (remanente
del fuego). También puede leerse como “Rosh yat” (la cabeza).
En cuanto a la palabra Jokmá
al aplicarle el Tzeruf se convierte en “Koaj Mah” (la fuerza del
qué: la fuerza de tu estudio), y si sacamos la Gematría de la palabra “Mah” nos da 45, igual que Adám,
entonces lo entendemos como la Fuerza de Adám, la Fuerza del Hombre cuando es
llamado Adám. Y Adám es “Alef Dam”, o sea la Alef
en la sangre, o lo que es lo mismo: la consciencia Divina (Alef) da vida
a un ser biológico de sangre.
La palabra Yirat la podemos
leer como “Rait” (ver/contemplar), y también como “Yitrá”
(abundancia). Y en cuanto a esta palabra, su Gematría es 611, misma Gematría
que la palabra Torá.
Luego vemos que viene el Nombre
Sagrado YHVH, el Tetragrama. Este Nombre provoca milagros dentro de la
naturaleza.
Con todos estos datos un Kabalísta práctico puede desarrollar varios elementos o instrumentos con los cuales entrar en contacto con Esferas Superiores, y con ello manifestar en este mundo físico ciertos milagros. Todos utilizados para el bien, pues esa frase tiene 17 letras, igual que la Gematría de la palabra Tob (bueno).
La Kabbalah Práctica es una
disciplina para manifestar la abundancia del Creador, el D’ios de Israel, en
este mundo. Y con ello elevar Su creación, pues D’ios desea que seamos
cocreadores con Él, manifestando Su gloria.
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