Uno de los temas más importantes para el hombre (especialmente
el hombre soltero) es evitar que se presenten flujos nocturnos seminales.
Pero vamos a ver antes porqué puede suceder esa situación.
El ser humano convive con una gran cantidad de espíritus
desencarnados, ellos nos ven, pero nosotros no los vemos. No se trata de almas
que antes habitaron un cuerpo físico, sino que son espíritus para los cuales no
se creó un cuerpo. Como en el orden de la creación se ha designado que ellos no
posean un cuerpo, envidian (si así puede decirse) al ser humano; y por ese
motivo influencian sobre el humano para que tropiece. Dichos espíritus
desencarnados no tienen la orden de afectar directamente al ser humano, excepto
si desde el Cielo hay un edicto que diga lo contrario. El hacer que la
humanidad tropiece en sus actos es sólo un medio que ellos utilizan para que
así haya una acusación sobre la persona y entonces ya puedan afectarla de
manera directa en su quehacer habitual.
La forma más sencilla de hacer tropezar a un hombre es haciéndolo
perder su simiente en vano. Entonces, van a programar una serie de eventos o escenarios
donde atacarán la psique y la libido humana. Y es que hoy en día la influencia para
utilizar la sexualidad de una manera animal está en todas partes, a menos que
un hombre tome consciencia de ello y empiece a alejarse de ciertos círculos, o
estados mentales, que van a propiciar que eventualmente dicho hombre alcance un
estrés sexual que lo lleve a perder su semen.
Para empezar, se aprovechan de la propia naturaleza (física)
humana, donde el cuerpo físico tiene una serie de requerimientos ya
establecidos para perpetuar la especie. Sin embargo, si un ser humano engendra
un hijo de manera violenta, o con una consciencia animal, atraerá hacia ese
hijo un alma afín a esa naturaleza violenta o animal; puede decirse que es un
alma muy básica y que tendrá una vida bastante difícil, pues trae de
encarnaciones anteriores toda una carga kármica de cosas que deberá
comenzar a sanar.
El hombre puede verse atacado mediáticamente con información
sexual prácticamente todas las horas que permanezca despierto. Los escenarios
que le van a propiciar los seres desencarnados para hacerlo tropezar son: Internet (pornografía),
redes sociales, videojuegos para adultos, chats de citas y un largo etcétera, que están
pensados para generar primero que todo un morbo o excitación. Cuando esto ocurre, el hombre
empezará a experimentar una serie de pensamientos que no son suyos, sino que
son implantados, que le generan más y más estrés sexual. Cuando ese hombre se
vaya a dormir por la noche se lleva consigo todos esos pensamientos, y entonces
ocurre que su alma se separa de su cuerpo (esto les ocurre a todas las personas
cuando duermen), en ese momento, como esa persona pasó todo el día con niveles
extremos de estrés sexual, se presentará en su sueño un espíritu femenino en la forma más sensual
posible. Lo que sucederá luego es que ese espíritu influenciará el cuerpo físico
(que no tiene cómo defenderse) y así provocan que tenga una emisión seminal en
vano.
Cuando eso ocurre, los espíritus desencarnados tienen “la
mesa servida” para alimentarse con esa energía, y eso es lo que les da vida. A la
mañana, el hombre se despierta pensando que tuvo un sueño maravilloso, que soñó
con la mujer de sus sueños, y sigue haciendo su “vida normal”, y se repetirá el
ciclo donde le seguirán provocando más estrés sexual.
Para no hacerte larga esta historia, esa es la forma de como un hombre alimenta espíritus desencarnados que van a estar molestándolo, que le van a provocar situaciones de dolor. Y más aún, si el hombre llega él mismo a provocar el onanismo la acusación será mayor (si es que ese hombre no tiene méritos que lo respalden), y de ahí desembocan situaciones en la vida de ese hombre que le hacen muy difícil encontrar pareja, o encontrar un buen trabajo, o tener solvencia económica.
Esta situación es algo de mucha atención, por eso cuando
un hombre quiere purificarse lo puede lograr. Sólo tiene que poner de su
esfuerzo, una gran voluntad, y tomar decisiones importantes.
A continuación, te muestro una guía de cómo se puede evitar
la pérdida de simiente.
Primero que todo hay que saber controlar los pensamientos. Es muy sencillo para un hombre mirar una foto provocativa de una mujer y que se crucen por su cabeza miles de pensamientos de lo que quisiera hacer con ella. Pero claro, ten en cuenta que una cosa es lo que quieres hacer y otra la que realmente puedes llegar a hacer. La realidad la moldeas por medio de los actos, pero todo comienza como un pensamiento, y si ese pensamiento no lo puedes llevar a la realidad vas a generar un estrés.
Si un pensamiento es para utilizar una mujer únicamente por un rato, ten por seguro que por ley de afinidad ella te va a odiar, no te tomará importancia, te dará menos importancia que un chicle pegado en el asfalto. Eso, sin duda alguna, provocará más estrés sexual.
¡Ya
ves cómo funcionan los escenarios que autoinducen a un hombre a perder su
preciada simiente!
Tienes que ser inteligente, más inteligente que las energías
que te envidian. Pero gracias al Creador, tenemos una serie de llaves (códigos) que ÉL nos ha dado y que nos permiten controlar la parte física para que no sea mal influenciada. Cuando un pensamiento lujurioso te
ataque, atácalo tú con la poderosa frase que elimina el mal:
RAJASH TAMIF
Repite mentalmente esa frase, con la idea en tu cabeza de que
estás desintegrando a las influencias negativas que te quieren hacer tropezar.
Si fuera que la influencia es muy fuerte, entonces di esas
dos palabras (RAJASH TAMIF) en voz apenas audible para ti (que nadie más lo
escuche), igualmente con la intención mental de que estás poniéndole un freno a
ese bombardeo mental que te llega.
RAJASH TAMIF acaba con los pensamientos que provienen de la
mala inclinación.
También puedes pensar esa frase antes de dormir.
Lo siguiente que te voy a revelar es uno de los Secretos más
grandes de la Kabbalah, y sirve para abrir todas las puertas a una petición para
que sea respondida de inmediato. Funciona todavía mejor si has realizado algún
estudio previo de Kabbalah, como por ejemplo si has leído el Zohar (el cual puedes descargar gratis aquí).
Entonces, hay algo llamado Trisayón. Esto es la repetición, tres
veces de la palabra Kadosh. Cuando se hace esto se genera en el Cielo, o sea en
los Mundos Espirituales, un terremoto cósmico. Todas las fuerzas espirituales
son sacudidas y desorientadas. Pero hay que tener un cuidado extremo al decir
esto, ya que de inmediato las fuerzas espirituales estarán al corriente de
quién se atrevió a provocar ese terremoto cósmico. Si el hombre que pronunció
el Trisayón tiene méritos suficientes para haberlo hecho, entonces no cabe ningún
registro de acusación contra ese hombre. Por eso te decía que lo mejor es
realizar un estudio previo del Zohar, el cual te provee un mérito que no caduca y que trasciende todos los éteres.
Después de haber provocado ese terremoto cósmico que desorientó
a los seres espirituales que no te dejarían hacer pasar una petición, entonces
se debe repetir los siguientes códigos, cada uno conlleva que pongamos en la
mente una intención específica:
YUD KHAF SHIN (יכש). Esto sirve para corregir todas las malas palabras, o
las palabras disonantes que hayan salido de nuestra boca.
YUD JET HE
BET VAV VAV HE (יחהבווה). Esto sirve para corregir toda emisión seminal en vano. Su función
es liberar esa energía que se desperdició y elevarla nuevamente hacia el Cielo,
para que esté en un sitio de santidad.
BET YUD TET (ביט). Esto sirve para acabar con los demonios que se
alimentan del semen perdido.
Una vez dicho esto, debes detener el terremoto cósmico que
provocaste. Para ello usamos un código especial, el cual tiene una palabra que
varía según el mes lunar en que estemos. Se dice:
EL SHADAY AMEN KIR ARARITA AKATRIEL YAH YHVH TZEBAOT.
Donde pone YHVH, su pronunciación varía, y por tanto debemos saber en qué mes estamos, y
para ello lo más sencillo es que veamos cuál constelación “rige” (por así
decirlo) durante ese mes.
Aries: YIHAVEHA.
Tauro: YIHAHAVE.
Géminis: YEUHAHA.
Cáncer: HEVEHOYI.
Leo: HAUYIHA.
Virgo: HUHIVAYI.
Libra: VAHOYAHA.
Escorpio: UHAHAY.
Sagitario: VAYOHAHA.
Capricornio: HAYIHUVE.
Acuario: HAYVEHU.
Piscis: HIHEYVA.
(El sonido con H es algo aspirado, como la “j”, pero no tan marcado).
Así, por ejemplo, en el mes de Aries, la frase para decir al
final es:
EL SHADAY AMEN KIR ARARITA AKATRIEL YAH YIHAVEHA TZEBAOT.
Aprende a usar bien este poder, y las fuerzas desencarnadas
ya no volverán a robar tu simiente.