Los 7 Firmamentos


¿De dónde sabemos, o de dónde conocemos, sobre la existencia de los Siete Firmamentos o Siete Cielos, los cuales son Mundos Espirituales?

La fuente principal que los menciona es el libro del Génesis, el primer libro de la Torá. Pero cuando éste fue traducido, sus nombres pasaron a un segundo plano, quedando prácticamente desapercibidos. Aún así, podemos encontrar pistas que nos lleven hacia los secretos escondidos dentro de la literalidad del texto. Eso es para nosotros que hablamos un idioma que no es el hebreo, porque para los místicos o Kabalístas ese conocimiento lo han tenido siempre dentro de su tradición.

Ellos, que han escudriñado los textos, nos dicen, por ejemplo: la parte literal del texto es como el cuerpo, mientras que el secreto escondido en el texto es como el alma que da vida al cuerpo.

Ya desde la primera línea del Génesis el Texto nos dice: “En el principio creó D’ios los cielos y la tierra”.

Resalta enormemente que la palabra “cielos” se encuentra en plural. Ahí se esconde el secreto… las palabras originales dicen: “et ha shamayim” (que quiere decir los cielos) y son en total siete letras. Lo curioso es que luego dice “ve et ha arets” que quiere decir “y la tierra”, y esa frase también se forma por siete letras.

El secreto en estas palabras es que vienen al ser siete Firmamentos y también la materia prima espiritual que luego dará origen a siete planetas relacionados a cada uno de los Firmamentos.

A partir de este punto, el Génesis y otros libros de la Torá, así como los escritos de los profetas antiguos, empiezan a nombrar cada cielo, siendo cada uno un nivel donde el poder Divino se manifiesta. La manera de reconocerlos es que en el texto original hebreo aparece la palabra Shamayim, y dentro del mismo versículo vemos aparecer un nombre particular. Ese nombre está describiendo esa dimensión o Firmamento que el texto quiere enseñarnos.

Los nombres de estos Firmamentos son:

Arabot. עֲרָבוֹת

Majhón. מָכוֹן

Meón. מָעוֹן

Zebul. זְבוּל

Shejakim. שְׁחָקִים

Rakia. רָקִיעַ

Vilon. וִילוֹן


Y cada uno de ellos corresponde a un planeta. Ya veremos qué papel juegan los planetas en todo esto.

Estos planetas son: la luna (levaná). Mercurio (Kojáv). Venus (Nógah). El sol (Jamá). Marte (maadim). Júpiter (Tzedek). Y saturno (shabtai).

La parte física del planeta representa una envoltura, mientras que dentro del planeta existe una inteligencia planetaria, llamada el alma del planeta. La relación existente entre un Firmamento y el planeta al cual está asociado es que, la energía espiritual de un Firmamento va a enviar radiaciones hacia la tierra por medio del planeta al que está vinculado. Se puede decir que esas radiaciones pasan por un filtro. Si las filtra el cuerpo del planeta, la incidencia de esas radiaciones será sobre la parte corporal del ser humano. Si el filtro es el alma del planeta, la incidencia será al nivel del alma de la persona.

Si es la parte física de la persona la que se ve influenciada, eso va a tener un efecto sobre el ego, el cual si la persona no lo domina terminará siendo dominada por éste.

Si es el alma de la persona la que recibe la influencia proveniente del alma del planeta, entonces eso se traduce en cosas buenas y positivas para el crecimiento en todas las áreas de la vida de la persona.


ARABOT

El Firmamento de Arabot. Este Firmamento está relacionado con la Luna. Podríamos decir que es el más cercano a la tierra. Los Kabalístas nos enseñan que Arabot es el Firmamento de las Jayot (las Santas Criaturas Vivientes).

En el libro de Josué se menciona mucho la palabra Arabot, pero está escrita con una letra Ayin, en lugar de una letra Alef. Y en este sentido se la describe como un “llano”, una “planicie”, y se le da la connotación de que es un paraje a cielo abierto, sin ciudades, sin casas y sin murallas.

El texto dice que allí se apostaron como cuarenta mil hombres armados para tomar la ciudad de Jericó, el punto de entrada a la Tierra Santa.

Entendemos con esto que si Arabot es un lugar espiritual, una dimensión más allá de lo físico, la Tierra Santa también se refiere a una dimensión espiritual. La Tierra Santa es un estado espiritual al que cualquier persona, si se esfuerza, puede acceder.

Notemos que el texto dice “como cuarenta mil hombres”, no está diciendo la cifra exacta. Cuando dice “como cuarenta mil” nos está contando que pasaron de la dimensión física a la dimensión espiritual, lograron atravesar esa barrera, ya que el número 40 indica una separación entre lo puro y lo impuro, entre lo físico y lo metafísico. Y para contar las unidades de miles, en hebreo se usa la palabra “elef”, que es igual a la letra Alef deletreada.

El secreto de la Alef es poner la consciencia Divina en lo que estamos haciendo.

Por ejemplo, cuando meditamos ponemos la consciencia divina en el acto de meditación, y eso nos lleva a un mundo superior al mundo físico; obviamente, no vamos allí con el cuerpo físico, vamos con el alma. Y esto lo podemos entender conociendo el Secreto de las letras hebreas. Por ejemplo, la Alef vista por sí sola nos muestra el cuerpo de la letra, pero cuando la deletreamos vemos el alma que contiene esa letra.

Menciono esto sobre la meditación para poder entender que todos los hombres en las planicies de Arabot, de los cuales habla el relato, estaban trabajando con el alma para pasar del estado físico a un estado espiritual.

El relato nos dice que todos ellos eran liderados por Josué, quien tenía los conocimientos de la Kabbalah que le había transmitido Moisés.

Y por medio de esto lograron conquistar y obtener la victoria en todas sus batallas.

Esto nos enseña algo realmente importante, y es que para ganar cualquier batalla en la tierra, el triunfo se consigue primero en el cielo cuando por medio de la meditación entras en contacto con la Consciencia Divina… luego, por reflejo, obtienes la victoria aquí en el mundo físico.

La otra manera en que encontramos escrita la palabra Arabot es precisamente con una letra Alef al inicio. El Rey Salomón la escribe de esa manera en Eclesiastés 12:3, y por lo general esta palabra Arabot la traducen como “ventanas”.

El profeta Isaías también la escribe con Alef, más exactamente en Isías 24:18, donde dice: “...de lo alto se abrieron ventanas, y temblarán los fundamentos de la tierra”. De igual manera lo menciona el profeta Malaquías, dando alusión a que de Arabot vienen bendiciones. Este versículo lo encontramos en Malaquías 3:10 y es muy hermoso, dice “Traed todos los diezmos al almacén, y haya alimento en mi Casa; y probadme ahora en esto, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y veréis si Yo no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que no dé abasto”.

Donde dice “Señor de los Ejércitos”, el Nombre es YHVH Tzebaot. Y cuando dice “traed los diezmos” está diciendo que llenemos con Luz las Diez Sefirot (la palabra diezmo se relaciona con las Diez Sefirot). Si entendemos el sentido esotérico de este versículo, veremos que es como una instrucción de un manual que nos está diciendo de qué manera abrir todas las despensas celestiales. Eso para que haya alimento en este mundo. O sea, que por medio de una metáfora física, nos está contando cómo funciona el mecanismo entre el mundo físico y el mundo espiritual.

Si el texto nos está diciendo que llenemos de Luz las Sefirot, entonces ¿Cómo les damos Luz? Y, además ¿qué es la Luz? La Luz son los Secretos. Y las iluminamos meditando esos secretos. Podemos meditar el Nombre YHVH con las vocales pertenecientes a cada una de las Diez Sefirot. El que hace esto tiene la promesa de que el Creador abrirá las ventanas del cielo y vaciará sobre esa persona todas las bendiciones.

La Sefirá en el Árbol de la Vida relacionada con este Firmamento es Yesod.

Yesod tiene connotación masculina, mientras que el mundo Físico, que es la esfera de Maljut, tiene connotación femenina. Por eso el versículo dice que las bendiciones del Creador se vierten, pues lo masculino es dador y lo femenino es receptor.


MAJHON

Éste Firmamento tiene que ver con el planeta mercurio.

Su primera mención está en Éxodo 15:17, donde se le llama: “el lugar de tu morada”, y se dice esto en referencia al Nombre YHVH.

Pero también nos dice que ese “lugar” de su morada es en “el santuario del Señor”; la palabra utilizada aquí para decir “Señor” es Adonay… Y sabemos que Adonay designa al mundo físico.

La enseñanza que podemos sacar de esto es que conseguimos acceder a este Firmamento estando en el mundo físico. Y esto se logra atrayendo la energía de YHVH dentro de Adonay.

Este firmamento tiene la connotación de ser como un tribunal, donde el cielo retribuirá a la persona de acuerdo con sus actos.

Es muy importante explicar qué es esto de la retribución por los actos, porque la fuerza que le da vida a un acto es la intención que ponemos en nuestra mente cuando hacemos algo. La intención es lo que le da vida al acto. Y a veces no sabemos qué intención tiene alguien, pero el Creador sí que lo sabe. Por eso, en el libro de Reyes 8:39 nos dice: “Tú oirás desde los cielos, en la habitación de tu morada…” la frase “habitación de tu morada” es palabra Majhon (el nombre de este Firmamento que estamos viendo); y luego el versículo concluye: “...y darás a cada uno conforme a todos sus caminos… porque sólo Tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres”.

Este firmamento así como el que sigue, representan a las Sefirot Hod y Netzaj, respectivamente, que en la Kabbalah se les conoce como el “pequeño tribunal”.

Lo que aprendemos de esto es que, los actos de una persona o le abren las puertas del cielo o se las cierran. Y entendamos bien este concepto, porque decir que a alguien se le cierran las puertas del cielo quiere decir simplemente que no le llegan bendiciones.

Respecto a este firmamento nos dice el Sefer Yetziráh (el Libro de la Formación:) “has que el Creador se siente en Su base”. La palabra allí para decir “base” es Majhon. Y el Kabalísta Aryeh Kaplan en su comentario sobre esto nos dice: “Todo el mundo físico tiene una base o contraparte espiritual. Que D’ios se siente en Su base indica que la esencia Divina se implique con Su creación”. De esta manera “el Trono de D’ios es Su deseo hacia su creación. Por eso, somos nosotros quienes debemos hacer despertar ese deseo”. Por eso es que dice: “has que el Creador se siente en su base”. Tú tienes que hacer que el Creador se acerque.


MEON

En Deuteronomio 26:15 se describe a este Firmamento como: “La morada de Tu Santidad”, refiriéndose a la santidad del Creador. Y tiene la connotación de ser un lugar de donde vienen bendiciones hacia el mundo físico.

En el libro de Josué se le menciona como un monte, dado en heredad a los hijos de Judá.

Curiosamente, en muchas traducciones la palabra Meón es interpretada como Tabernáculo, aunque el término para decir Tabernáculo es Mishkan.

Podemos entender con esto que este Firmamento es un lugar de santidad, donde se honra al Creador del Universo. Y donde bajan bendiciones de Firmamentos superiores.

Así lo deja claro el Rey David en el Salmo 26:8, donde utiliza ambos términos, él dice: “ADONAI ahavti meon betekha umkom mishkan kevodekha”, (SEÑOR, la habitación de Tu Casa he amado, y el lugar del tabernáculo de Tu gloria).

Ascender a este Firmamento nos da la protección del Creador, Él se vuelve nuestro defensor. El Rey David enseña esto en el Salmo 68:6.

Y el Nombre que utiliza allí relacionado a este Firmamento es Elohim. El Nombre Elohim es para combatir a los malvados. Y se vuelve nuestro defensor cuando lo meditamos como YHVH Elohim Tzebaot.

Este Firmamento está relacionado con la Sefirá Netzaj. Una Sefirá es una emanación Divina que ostenta la energía de una virtud del Creador. La persona que llegó a manifestar en el mundo la energía de la virtud del Creador presente en la Sefirá de Netzaj fue Moisés. Y hay una simbología vinculada a esto. Moisés tenía un bastón que, en un momento de la historia, se transforma en serpiente y devora a las serpientes de los magos egipcios. Eso lo que representa es que Moisés estaba unido al Creador, y debido a esa unión logró ponerse por encima de cualquier práctica de hechicería que hacían los egipcios.

También representa que Moisés alcanzó niveles por encima de los Príncipes de las Naciones.

Si tus actos en el mundo son para glorificar al Creador, entonces vas a conectar con la energía de esa Sefirá y de este Firmamento, y por lo tanto el Creador se volverá tu defensor y así no estarás a expensas de los Príncipes de las naciones.


ZEBUL

El nombre Zebul es traducido como "habitación" o "morada". Este Firmamento está relacionado al Sol. La energía que llega a la tierra desde el Firmamento de Zebul es una bendición de tipo financiera, es una energía que toma la forma de dinero o de negocios para la persona que conecta con este Firmamento.

Como este Firmamento está asociado al sol, la Sefirá correspondiente es Tiferet. Y Tiferet tiene el poder de hacernos entrar en los Secretos que nos enseñan cómo funciona el mundo espiritual, y también cómo funciona el mundo físico en base al mundo espiritual. En la Kabbalah, la Sefirá Tiferet se asocia con la persona que hace Teshuváh. La palabra Teshuváh se puede entender bajo el concepto de reconectar con el Mundo de donde proviene nuestra alma.

La Teshuváh se puede aplicar de manera especial a aquellos hombres que después de derrochar o malgastar su simiente, ahora toman consciencia de cómo deben utilizarla. Por eso es que este Firmamento está asociado con la energía del dinero, porque el hombre que desperdicia su simiente solo, siempre va a tener carencias económicas. En cambio, el que cuida su simiente recibe constantemente un flujo de energía que se traduce en bienestar económico.

El profeta Isaías logró ascender hasta el Trono de Gloria del Creador, y desde allí él logró contemplar todos estos Firmamentos de los que estamos hablando, por eso es que en el Libro de Isaías están descritos.

Por ejemplo, en Isaías 63:15, dice: “habet mishamayim ure mizevul kodshekha vetifartekha”, esto quiere decir: (Mira desde el cielo, desde la morada de tu santidad y de tu gloria...).

Prestemos atención especial a las palabras mizevul (desde Zebul) y la palabra vetifartekha, o sea Tiferet, “Tu belleza”, o “Tu gloria”. Vemos aquí la prueba de la conexión entre ambos: el Firmamento Zebul y la Sefirá Tiferet, tal como el profeta Isaías logró contemplarlos.


SHEJAKIM

El Firmamento de Shejakim se asocia al planeta marte. La traducción habitual de esta palabra es Nubes, o también Firmamentos o cielos.

Estando asociado al planeta marte, su correspondencia en el Árbol de la Vida es la Sefirá Guevuráh. Esta Sefirá tiene la connotación de justicia o juicio, pero también se puede asociar con la alegría y el regocijo. Se dice que el vino está asociado a la Guevuráh. Pero en Kabbalah, cuando se habla de vino, se sabe que se refiere a los Secretos del Cielo. Por eso es que en ciertos ritos, se meditan Nombres de D’ios sobre una copa de vino, y luego se bebe. Los Nombres de D’ios son todo misericordia, mientras que el vino, significando juicio, en el momento que se le agregan Nombres de D’ios, ese acto transforma el juicio en misericordia, transforma lo que era riguroso en bienestar.

Cuando una persona en el mundo físico realiza una acción que transforma el juicio en misericordia, el reflejo es que en el cielo esa persona está haciendo lo mismo, y ese acto le salva de pasar por situaciones difíciles.

Por eso, en Isaías 45:8, se dice respecto de este Firmamento: “que los cielos (Shejakim) destilen justicia, multiplíquense la salud y la Tzedakah”. La palabra Tzedakah quiere decir “ayudar”, “dar”… y la mejor Tzedakah, nos dicen los Secretos del Cielo, es cuando ayudamos a los que estudian y difunden la Kabbalah por el honor del Creador: esto transforma el juicio en misericordia.


RAKIA

El Firmamento llamado Rakia está asociado al planeta júpiter.

En Génesis 1:6 dice: “Y Elohim dijo: Sea una expansión en medio de las aguas”. La palabra “expansión” es la traducción de Rakia. Y lo que sigue contando el versículo es que esa expansión sirve de separación entre las aguas de arriba y las aguas de abajo.

Las aguas de arriba son el deseo de dar del Creador. Las aguas de abajo es el deseo de recibir para compartir. Pero son las aguas de abajo las que tienen que llamar a las aguas de arriba, y esto lo tiene que provocar el ser humano.

Este Rakia fue creado en el segundo día de la creación, por eso connota dualidad, porque separa entre las aguas de arriba y las aguas de abajo.

La correspondencia en el Árbol de la Vida para este Firmamento es la Sefirá Jesed, la Sefirá de la bondad. La mayor bondad que podemos hacer es con nuestra alma cuando la unimos al Creador. Porque el deseo que tiene el Creador de darnos es tan grande, que ni siquiera se compara al deseo de nosotros por recibir. Una vez que unes tu alma al Creador Él ya puede vaciar Sus bendiciones en ti. Esto es como cuando una madre está amamantando, el deseo que ella tiene de dar es más grande que el deseo del bebé por tomar leche.

Y se dice en Génesis 1:14 que de este Firmamento penden las luminarias. Como hemos estado viendo, a cada Firmamento se le asocia un planeta, que a su vez corresponden a Sefirot. Estos, dice el versículo, son para distinguir entre el día y la noche.

¿Qué son ese día y esa noche? El día es el Mundo espiritual más elevado, llamado el Mundo de Atziluth (el Mundo de la Emanación). Y se le llama día porque ahí está la luz de los Secretos. Mientras que, la noche es el mundo físico; porque el mundo físico no tiene luz propia.

Por eso, la Luz del mundo Divino atraviesa todas las Sefirot hasta llegar al mundo físico. A nivel planetario, la inteligencia cósmica de cada planeta es la que va haciendo como una carrera de relevos para hacer llegar la energía del Mundo de la Emanación hasta el mundo físico.

¿Cuál es el papel que juegan las inteligencias cósmicas de cada planeta? Que en esta carrera de relevos ellos obtienen una porción de esa Luz… pero como se dijo, el ser humano es el que tiene que unir las aguas de abajo con las aguas de arriba, así logra conectar ente sí a las Sefirot para que éstas sean el canal por donde fluya la energía.


VILON

El Firmamento que está por encima de todos los que hemos visto, se denomina Vilon, es el Firmamento más alto; y está asociado con Saturno. Pero también se le asocia con un planeta que está más allá de la vía láctea, con una órbita que cada ciertos milenios le hace entrar a la vía láctea para influenciar espiritualmente a toda forma de vida que habite nuestro planeta.

Este firmamento también es llamado Yeriot, que quiere decir “cortinas”. Esotéricamente, atravesar la cortina es ascender a un nivel donde todo es Luz.

Los Firmamentos que hemos visto, en especial los del Mundo de Yetzirah, que tiene que ver con el mundo astral, tienen dualidad. En cambio Vilón todo es Luz. Por eso es el hogar de las almas que han alcanzado una enorme elevación espiritual.

Conectar con el Firmamento de Vilon es el proceso de ascensión espiritual por el cual el ser humano está pasando ahora.

Esta ascensión consiste en ir aprendiendo los Secretos del Cielo, esto tiene la facultad de unir el Mundo de la Emanación con el mundo físico.

Y esto es lo que se llama la era de la redención, cuando el ser humano va a alcanzar un entendimiento y una sabiduría por encima de todo lo conocido hasta ahora.